La comunicación abierta es un concepto que casi todas las empresas afirman valorar, pero que muy pocas realmente logran. La importancia de un entorno comercial abierto no puede ser exagerada, una empresa puede sobrevivir sin una apertura en la comunicación, pero son muy pocas las que prosperan sin tenerla.
Este artículo echa un vistazo a cómo la comunicación abierta puede ser verdaderamente desarrollada en una organización, las trampas involucradas cuando se falla, y algunas claves esenciales a tener en cuenta, como Gerente decidido, para mantener las líneas de comunicación abiertas y saludables.
La confianza es clave
¿Qué se requiere para nutrir un ambiente de comunicación abierta? Todos los equipos de alto rendimiento, tanto en los deportes como en el mundo de los negocios, están construidos sobre una base sólida de confianza. La confianza se construye con el paso del tiempo y está basada en los miembros de un equipo haciendo y manteniendo compromisos, así como siendo vulnerables unos con otros. Estos compromisos son percibidos por otros miembros del equipo, haciéndolos sentir menos vulnerables, lo cual abre las puertas al fortalecimiento de las relaciones. Las relaciones se construyen entonces con una continua comunicación abierta y honesta.
El compromiso intensifica el rendimiento
Educar a cualquier miembro del equipo de trabajo en un nivel de rendimiento alto involucra a liderarlos hacia este lugar de fuertes relaciones y confianza. Otro elemento clave es la creación de este tipo de ambiente, y un resultado natural de confianza es el compromiso de los empleados. Alto compromiso significa que los colaboradores se preocupan profundamente sobre su trabajo, que se sienten parte del equipo y que aplican sus fortalezas únicas en su trabajo. Nada de esto sería posible si estos colaboradores no sintieran que la compañía para la cual trabajan no se preocupara por ellos, no valorara su trabajo, no tuvieran sus mejores intereses en mente y no los aceptara como parte de un equipo integral. Si un empleado cree que estas cosas son ciertas, hará su mejor esfuerzo en el trabajo para la compañía todos los días.
De nuevo, la comunicación es clave para alcanzar este nivel de compromiso. Una cultura de comunicación abierta donde los empleados son estimulados para compartir sus ideas y preocupaciones, tanto positivas como negativas, proporciona a los empleados la sensación de que son valorados. Esta percepción de valor a su vez da un sentido grandioso, para el empleado, de poseer éxito en la compañía. Esto puede representar la diferencia vital entre un empleado que sólo hace acto de presencia y ofrece un mínimo de esfuerzo para recibir su recibo de pago y otro empleado que llega a la oficina listo para dar todo su esfuerzo en aras de lograr el éxito del equipo de la compañía en su conjunto. En breve, un sentido de progreso, sentido tanto personalmente como en conjunto, conduce a la felicidad de los empleados. Y empleados felices tienden a ser empleados más productivos.
Comunica una meta en común
A pesar de que un empleado abierto a la comunicación, confiado y altamente comprometido tendrá un alto desempeñó y buscará la productividad, no sólo para él sino para todos a su alrededor, no servirá de nada si no hay una meta en común que una a estos empleados trabajadores. La administración debe ser clara, partiendo abiertamente de los objetivos de la compañía, tanto en los niveles departamentales, como en la firma en su conjunto. Establecer u comunicar objetivos claros es el camino para que la administración de la empresa cree alineamiento entre las diferentes disciplinas dentro de la organización.
El “efecto bola de nieve” de una mala comunicación
En la ausencia de una comunicación abierta, un efecto bola de nieve de las acciones negativas puede envolver la energía de la organización. Si la comunicación es provisional y reservada – la confianza, (o lo que haya de ella) – tiende a erosionarse. Cuando la confianza se erosiona los empleados tienden a retirar las tropas y detener sus pensamientos por temor a represalias. También comienzan a sentir que la Gerencia ya no tiene sus mejores intereses en mente y pueden tener cuidado con no ofrecer más allá de la contribución mínima. Al mismo tiempo, la Gerencia se percata del mínimo esfuerzo por parte de los colaboradores. Los Gerentes comienzan a ya no creer más que los empleados tienen en mente sus mejores intereses para la compañía, y dudan si están desempeñando lo mejor sus habilidades.
Lo peor de todo, es que la pobre comunicación y la erosión de confianza resultante conducen a la renuencia para compartir ideas. Las buenas ideas que nacen de los individuos que más íntimamente conocen a la empresa (los empleados) son el alma de cualquier negocio. Perder el flujo constante de ideas e innovaciones únicas para tu negocio es un camino seguro para la inactividad, o peor aún, el crecimiento detenido.
Claves a tener en cuenta
Como Gerente, ¿Cuáles son algunos elementos básicos a tener en mente mientras continuamente intentas fomentar una comunicación abierta en una organización y mantener las trampas de la mala comunicación?
- Haz parte de la cultura corporativa la comunicación abierta. Si está claro para los empleados desde el principio de su estancia en la compañía que es bienvenida una comunicación abierta, mutua y esperada, procederán a operar sobre esa base y a buscarla en otros. Debes liderar e ir al principio con el ejemplo. La disposición de tus empleados para ser abiertos y vulnerables será el reflejo directo de tu propia disposición.
- Respeta, honora y recompensa la comunicación abierta. Atiende el compartir de ideas, percepciones y preocupaciones con reforzamiento positivo, jamás reproches, no importa qué tan crítico sea.
- Desarrolla un efectivo y eficiente método de colaboración y compartir de ideas. Puede ser una herramienta de software, series de juntas coordinadas o un protocolo regular para la comunicación electrónica. Sea lo que sea, adhiérelo y deja saber que la participación es bienvenida y esperada.
- Recuerda que la vulnerabilidad tiene sus recompensas. Una comunicación magnífica requiere de vulnerabilidad desde ambos lados, lo cual es aterrador para la mayoría de las personas. Aleja el miedo y recuerda (y haz recordar) que las recompensas superan con creces al daño potencial percibido.
- Como Gerente, practica lo que predicas. No puede esperarse que los empleados se comporten de una manera en la que la Gerencia como tal no se adhiere. Así que confía en tus empleados así como esperas que confíen en ti. Honra a tus compromisos.
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